Línea de Agua (aguas bajas)
- Juan K LiBre
- hace 12 horas
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Del 13 de septiembre al 29 de noviembre de 2025
La Galería Sextante presenta la exposición Línea de Agua (aguas bajas) del fotógrafo colombiano Diego Amaral, nueve imágenes en gran formato, que forman parte de una serie que registra la huella líquida del río Orinoco sobre las piedras gigantescas de su cauce que lo habitan como testigos imponentes de la vida y la historia geológica de su territorio, el escudo guayanés. Esta muestra se inaugura el próximo sábado 13 de septiembre, entre las 11:00 a.m. y las 2:00 p.m., en el marco de ARTBO, programa cultural de la Cámara de Comercio de Bogotá.
«…los cabellos blancos de las piedras. los cabellos negros de las aguas.
los cabellos verdes de los niños. los cabellos azules de los ojos.
las aguas cierran los ojos pues del cielo caen piedras y niños…»
Jean Arp

Tomadas en 2019 durante una excursión realizada por el río Orinoco, desde Puerto Carreño, Colombia, río arriba hacia Puerto Ayacucho, Venezuela, las fotografías, como las aguas bajas, revelan un paisaje de piedras monumentales que yacen como guardianes milenarios de la memoria geológica. Su título Línea de Agua (aguas bajas) hace referencia a la huella horizontal, que marca el paso de las aguas altas, épocas de caudales en las cuales el nivel del río sube hasta 15 metros por encima del nivel de aguas bajas y que ahora solo son una marca sobre la piedra, una rastro visible de la película biológica de la superficie cambiante del agua, un trazo de la vida antediluviana del río, de las travesías de Humboldt, de la historia de la región del río padre, del río loco, del río Orinoco.
Para Diego Amaral, el río lleva el compás del tiempo y así como la geología define su cauce, la geología define la vida misma.
Impresas en gran formato sobre papeles y lienzos de calidad fine art, las fotografías de alta resolución permiten un registro con un nivel de detalle que permite repetir, en parte, el asombro de la presencia in situ. La técnica precisa resalta las texturas de las rocas, mientras que la paleta del blanco y negro sepiado acentúa la sensación de atemporalidad, de registro cartográfico, de documento antiguo que se resiste a desaparecer, como línea de agua sobre las piedras.