Natalia Bedoya y el Quinteto Leopoldo Federico invitan al público a sumergirse en un viaje emocional, donde cada nota toca el alma, reafirmando el poder atemporal del tango. Este 18 de abril a las 9:00 p.m, el escenario de Smoking Molly en Bogotá se vestirá de nostalgia, elegancia y pasión tanguera, en un show que crea un puente entre el pasado y el presente, mostrando la relevancia eterna de este género y su capacidad para evocar emociones profundas y conectar corazones. Imposible no llorar, no recordar, no sentir...
Este concierto promete ser un viaje emotivo y poético a través de los clásicos del tango, un género que, a pesar de surgir hace más de 140 años, sigue vibrando con fuerza en el corazón de los amantes de la música. Temas inmortales como "Volver", "Por una Cabeza" y "El día que me quieras" de Carlos Gardel, junto a "Cambalache" de Enrique Santos Discépolo y "Malena" de Lucio Demare, entre otros, cobrarán vida gracias a la interpretación del Quinteto Leopoldo Federico conformado por el bandoneonista Giovanni Parra, el pianista Alberto Tamayo, el contrabajista Andrés Almanza y el violinista Daniel Plazas, que se unen a la potente voz de Natalia Bedoya. Además, el público podrá conocer "No hay una noche en que yo no te llore", co-creada por Bedoya y Parra, ofreciendo una mirada contemporánea al tango mientras permanece fiel a sus raíces emocionales y culturales. La curaduría musical y el diseño de arte a cargo del escultor, melómano y músico Ricardo Cabrera.
La relación entre Natalia y el Quinteto se remonta al 2011, comenzando con innovadoras fusiones de jazz y tango en el show Martini Blues Cabaret. Esta colaboración ha florecido a lo largo de los años, culminando en la participación de Natalia en el disco "Quinteto con voz", nominado a los Grammy Latinos en 2019, y la grabación del disco "Nostalgia" en el 2021, del cual se desprende el repertorio de este show, lleno de música, anécdotas e historias sobre las canciones y sus autores, convirtiéndose no solo en un homenaje al tango sino también en una celebración de la amistad y la colaboración artística.
La música, especialmente cuando se trata de piezas icónicas o géneros tradicionales como el tango, exige un alto nivel de técnica vocal, interpretación y conexión emocional, aspectos en los que Bedoya ha demostrado excelencia a lo largo de su carrera. Bedoya, se acerca en esta oportunidad al tango con una profunda reverencia y dedicación, enfocándose en la rigurosidad de la interpretación de cada melodía y palabra, para capturar la esencia y el sentir y así construir puentes con la audiencia, permitiendo que las piezas clásicas resuenen en el presente y mantengan su relevancia a lo largo del tiempo.
La carrera de Natalia Bedoya ofrece un fascinante testimonio del oficio de la música y el arte escénico en una era dominada por géneros urbanos y tendencias musicales efímeras. Su trayectoria se destaca no solo por la diversidad de géneros que ha explorado—desde el pop hasta el jazz, el vallenato, y más recientemente el tango—sino también por su profunda dedicación al oficio de cantar y realizar producciones musicales de gran escala. “Para mí el escenario es un estilo de vida, con el cual sigo comprometida” afirma la artista.
