"Bombotones en Casa" es un disco para todos los niños de 3 a 5 años y sus familias que narra las aventuras de Malea y Alejo, dos alegres conejos que viven aventuras maravillosas en casa en compañía de sus padres y abuela. En cada canción los niños descubren una aventura, y que la casa es ese lugar maravilloso en dónde todo puede pasar. Esta familia divertida aprovecha cada espacio del hogar para emprender las tareas más divertidas, como por ejemplo: crear una película de vaqueros, hacer una huerta o pintar la casa con pinturas de colores.
Detrás de Bombotones en casa hay un equipo de trabajo que ha dedicado parte de su carrera a la creación musical, ilustrada y audiovisual para niños. Ellos son Mari Escobar (reconocida y premiada creadora de contenidos para niños como Ana Pirata, Pipo mi amigo imaginario) Nicolás Ramírez (productor musical ganador del Latin Grammy) y Amalia Restrepo (reconocida y premiada ilustradora que ha ganado premios como el Red Dot Communication Design Award, The Brightness Award, A Design Award y el Perro de Plata.).
Esta idea nace durante la pandemia, cuando estos artistas se unen para hacer este contenido que les da herramientas a los niños y a sus familias para descubrir las muchas posibilidades que ofrece la casa para jugar y así crear vínculos afectivos en las familias, mientras se canta y se baila.
Bombotones esta creado para niños pre-escolares que están entre los 3 a 5 años de edad, niños que tienen una gran imaginación, les encanta jugar juegos de roles con sus pares y con su familia. En esta etapa los niños son realmente sensibles a la música y al movimiento, los creadores de Bombotones son conscientes de que para los niños de la primera infancia la música es una gran compañía.
“Bombotones es una serie y un disco con canciones que se crearon pensando en todos los niños que por la pandemia les tocó pasar mucho tiempo en casa, y que se aburrían mucho, por eso pensamos en crear estas canciones y este contenido dándole alas a la imaginación de todos estos chicos, como cocinar, pintar, bailar, hacer una orquesta con las ollas de la cocina, un montón de cosas chéveres y divertidas que seguro nosotros hacíamos cuando éramos niños.” cuenta Nicolas Ramírez.
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