La pandemia del coronavirus ha hecho que los colombianos vuelquen su mirada a la necesidad y las ventajas que trae proteger la salud mental a través la consulta con profesionales en Psicología, luego de que la emergencia sanitaria se haya convertido en un factor desencadenante de trastornos del estado del ánimo y trastornos ansiosos, según expertos de Universidad ISEP de México.
Este centro educativo con un antecedente de más de 38 años de experiencia formando psicólogos en España y 4 años de trabajo en territorio Latinoamericano y que acaba de llegar al país con una extensa oferta de posgrados en esa área, alertó que la pérdida de seres queridos, la situación económica, el riesgo a contraer el coronavirus, la presión generada por los medios de comunicación, el aislamiento y ahora el retorno alternante a los contextos laborales y educativos ha incrementado el interés por la atención psicológica.
“Todos estos son elementos desequilibrantes del estado emocional y han puesto a la población en una situación de riesgo o de vulnerabilidad para padecer trastornos mentales”, comentó Rodrigo Riaño, Rector de ISEP Colombia, para quien este es un momento ideal para concientizar a los colombianos de lo normal y ventajoso que es ir al psicólogo, como sucede en países como sucede en otros países de nuestro continente como Argentina.
En términos de salud mental, Colombia se encuentra sufriendo como todos los países las consecuencias del Covid-19: en 2020 el DANE revelaba que, tras una encuesta realizada a 20.452 colombianos, el 36 por ciento de la población se encontraba preocupada o nerviosa y, entre este grupo, las mujeres manifestaban en mayor proporción cansancio, tristeza y dificultades para dormir.
“Si bien estos datos corresponden a una muestra poblacional, no deben estar lejos de la realidad, sobre todo si tenemos en cuenta que en las encuestas de salud mental de 1993, 1997, 2003 y 2015, la ansiedad y la depresión se muestran como los trastornos mentales más prevalentes presentes en adolescentes, adultos y adultos mayores”, añadió Riaño.
Otra de las problemáticas que preocupan con esta situación es el aumento del riesgo de suicidio, los trastornos asociados al consumo de sustancias psicoactivas y alcohol y los trastornos de la conducta alimentaria, que se han visto por años entre las principales dolencias de salud mental en el país.
¿Cómo enfrentar esta situación creada por la pandemia?
“La problemática debe abordarse por una parte desde la política pública, buscando que realmente haya una promoción de la salud mental entre los colombianos y un sistema eficaz de prevención primaria, secundaria y terciaria”, dijo Riaño.
Esta política pública debe convencer a los colombianos de lo beneficioso para su salud que resulta atacar sus necesidades emocionales y mentales con un profesional, según la ISEP.
“Como sociedad, aún estamos acostumbrados a tratar de esconder el sufrimiento psicológico, como si se tratara de algo anormal y cuando se presentan olas de violencia, vandalismo, agresiones, feminicidios, suicidios, acoso laboral, matoneo, solemos considerar que son el resultado de fenómenos políticos, sociales incluso educativos y no asumir que hacemos parte de una sociedad enferma desde una perspectiva mental”, añadió Riaño.
Otro ámbito importante es el educativo: según Riaño, es fundamental abordar el tema de la promoción de la salud mental desde los colegios en edades tempranas, es clave enseñar a los niños y niñas, acerca de la normalidad del sufrimiento psicológico y acostumbrarlos a entender que no hay nada de malo en solicitar ayuda psicológica.
¿Hay talento humano suficiente?
En cuanto a la formación del talento humano, los expertos de Universidad ISEP aseguran que se ha hecho necesario procurar que los profesionales de la salud mental cuenten con un amplio espectro en temas de formación especializada para atender múltiples tipos de trastornos.
En ese aspecto, el país “tiene una buena oferta de programas de posgrado”, aunque la mayoría “son bajo modalidad presencial y esto deja un espectro importante de profesionales sin la posibilidad de acceder a dichos estudios avanzados; principalmente a aquellos que se vienen formando en las regiones a través de programas de psicología en modalidad virtual”, explicaron.
Según datos reportados por Julián de Zubiría en la revista Semana el 2 de marzo de 2020, en Colombia hay 11 psicólogos por cada 100.000 habitantes, mientras que, en Argentina, que es un país donde la psicoterapia hace parte de la canasta familiar, hay 200. En el país hay más de 130 programas de Psicología registrados en el SNIES y más de 150 posgrados en el área de psicología, de los cuales solo 6 posgrados son a distancia o modalidad virtual y ninguno de ellos está relacionado con aspectos clínicos de la infancia, la adolescencia o la edad adulta.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Información de la Educación Superior (SNIES), entre 2001 y 2018 se han graduado en el país 107.288 profesionales en el área de psicología. De estos, 88.246 son mujeres.
Para contribuir a superar esta brecha, la Universidad Internacional Superior de Estudios Profesionales (ISEP) anunció por su llegada a Colombia que otorgará una beca del 70 % en la inscripción a los estudiantes interesados en alguno de los posgrados que ofrecerá en el país a través de su oficina en México con el ánimo de certificar competencia en diferentes ámbitos de la psicología cínica, y que aplica a todas sus formaciones con modalidad 100% online con acompañamiento de tutores y expertos en el área.
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